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  • 07.12.2023

Consejos para que tus clientes sepan cómo cuidar de las miniflores de Pascua

La demanda de la flor de Pascua (poinsettia) en formato mini no para de crecer. No es de extrañar, ya que estas pequeñas y preciosas plantas cuestan poco dinero y quedan genial. Sin embargo, mantenerlas requiere de un cuidado especial. Los expertos de Stars for Europe (SfE) revelan varios consejos que puedes aportar a tus clientes para cuidar las minipoinsettias y explican por qué trasplantarlas incrementa sus posibilidades de supervivencia a largo plazo.

 

A menor cantidad de sustrato se complica los mejores cuidados

Básicamente, las minipoinsettias tienen las mismas necesidades que sus hermanas mayores: prefieren los lugares luminosos y cálidos, protegidos de las corrientes de aire y necesitan el agua justa para que no se sequen ni se encharquen. Hasta aquí, todo bien. No obstante, hay dos cosas que complican su cuidado. En primer lugar, debido a su pequeño tamaño, no son tan resistentes como las poinsettias de tamaño normal, por lo que son más sensibles a los descuidos. En segundo lugar, disponen de un volumen de sustrato muy reducido debido al reducido tamaño de la maceta. Esto significa que los cepellones pueden secarse o encharcarse muy rápidamente, por lo que hay que tener mucho cuidado con estas plantas pequeñas y sensibles.

Comprueba su estado a diario

Las poinsettias más grandes pueden permanecer sin supervisión unos días sin problema. En cambio, las miniflores de Pascua no deben descuidarse durante mucho tiempo. Los expertos aconsejan comprobar a diario la humedad de la tierra. Los cepellones se secan rápidamente, sobre todo en un salón cálido o cerca de un radiador, por lo que es mejor evitar esas ubicaciones desde el principio. Hidratarlas con una regadera es difícil por su pequeño tamaño, por lo que los profesionales recomiendan el riego por inmersión. Para ello, el cepellón debe sumergirse por completo en agua tibia cada dos o tres días, o a diario si es necesario, y dejar que escurra bien al sacarlo. Al cabo de unos 15 minutos, hay que comprobar si se ha acumulado agua sobrante en el recipiente o platillo.

El trasplante ahorra muchos problemas

Tras la compra, trasplantar las mini poinsettias a macetas un poco más grandes con más sustrato, o plantar varias juntas en un cuenco, facilitará su cuidado y aumentará sus posibilidades de supervivencia a largo plazo. Un mayor volumen de tierra les permite desarrollarse y evita que se sequen o empapen demasiado rápido.Es importante elegir un sustrato que drene bien y no se compacte mucho. El sustrato para cactus, por ejemplo, es perfecto porque permite que el exceso de agua se drene con facilidad.

Al trasplantar, hay que evitar dañar las plantas. Es más fácil sacar una planta de su maceta si se riega su cepellón dos o tres horas antes. Hay que procurar no cubrirlas con demasiado sustrato al trasplantarlas a la nueva maceta. Una capa de drenaje y agujeros en el fondo de la maceta evitarán que se encharquen.